martes, 18 de septiembre de 2012

Delirios de un aprendiz de escritor - Post-vacacional y cosas de móviles

Toc, toc. Probando. Vale, parece que esto funciona.
Hola. Soy Salva. Creo que esta es la primera vez que escribo por blogger siendo yo (es decir, ya me entendéis, sin hacerlo a través de una voz narrativa), y se me hace un poco raro. Pero me gustaría comunicaros algo a vosotros, que me leéis.

En primera instancia quiero agradecer vuestra fidelidad y vuestros comentarios, tanto dentro como fuera del blog. Es gratificante obtener feedback en el asunto este, ya que a veces parece que uno está solo en este pequeño mundo literario que tenemos montado.

Por cierto, sé que este verano he estado muy ausente, y hoy ya puedo decir que he vuelto con la batería al cien por cien. Por ahora me tomaré la libertad de aflojar un poco mi estilo en entradas como esta, menos emocionantes. No os preocupéis, ya estoy trabajando en lo típico que se acostumbra a ver en este sitio. Ah, y el otro día Katherinne me envió una carta donde me verifica que está sana y salva, así que pronto volveremos a saber de sus aventuras.

Pasemos al segundo punto del día. Las nuevas tecnologías avanzan como una locomotora (vaya, qué paradoja) y no quiero quedarme indiferente durante demasiado tiempo... así que he decidido habilitar la versión del blog para teléfonos listos (sí, esto es una traducción literal del inglés smartphone). Ya casi todo el mundo tiene uno, así que era cuestión de tiempo que el sistema literario engullera parte de su potencial. Mis queridos lectores y lectoras podrán leerme en los ratos de espera en soledad, y yo podré experimentar esta forma de escribir tan 2.0. La inspiración viene de forma insospechada, y llevar esto encima me ayudará a derrocharla y refinarla. Además, es agradecido poder cambiar de aires mientras uno escribe. Los pintores van al aire libre a pintar paisajes. Los escritores sacan fuerza de lo que les rodea antes y en el momento creativo de una forma similar. Entonces esto suena muy bien para mí, aunque sigue siéndome muy raro unirme a algo que me atrevo a llamar "literatura móvil". Me recuerda a la novela de folletín del siglo XIX, uno de esos géneros buenos pero a menudo menospreciados. Como sea, aún es pronto para que me decida a ser partidario o detractor de escribir con el móvil. La primera impresión es de utilidad, una utilidad algo incómoda.

En fin, no me extenderé más. Un día de estos volveré a hablar en primera persona para retomar el tema de la inspiración literaria. Os mando un cariñoso saludo.

Salvador.